Es fácil pensar que todas las mujeres mueren por tener el par de senos más grande y bonito de sus amigas, y que la cirugía plástica es un capricho de las celebridades o los millonarios pero esto no siempre es así; es decir, ni todas las cirugías de seno son para reventar el sostén, ni los senos más grandes hacen felices a todas las mujeres.
De hecho, en algunos casos el crecimiento desmedido de las mamas puede convertirse en un problema de salud física y mental, por lo que su reducción es una medida socorrida entre las pacientes que visitan el consultorio de uno de los principales cirujanos plásticos en San Luis Potosí; el doctor Harold Dent.
Según Dent, hay más razones de las que podríamos pensar por las que una mujer (y hasta un hombre) decide reducir las tallas de los senos. Aquí explicamos algunas:
Dolor o lesiones en la espalda
En la era del Bullying estar en primaria y tener senos grandes no es precisamente lo mejor que puede pasar. Las niñas que presentan un rápido desarrollo en esa zona, a menudo adoptan malas posturas para disimular y, por consiguiente, problemas de encorvamiento que mantienen la columna en una mala posición y genera malestar en el sistema músculo-esquelético. Las principales molestias se presentan en la zona cervical y dorsal alta; mientras que el dolor crónico, a largo plazo, afecta la calidad de vida de las pacientes.
Incomodidad en algunas actividades
Con frecuencia, las chicas se abstienen de realizar deportes o actividades que requieran mucho movimiento. Además, el peso puede provocar que el sostén cause heridas o salpullidos sobre la piel que pueden hacer incómodo el movimiento cotidiano.
Síntomas durante la menstruación y el embarazo
Durante ambos períodos fisiológicos, las mamas tienen a inflamarse; cuando su tamaño es mayor, las molestias son iguales.
Dificultad para elegir ropa
Las marcas de ropa suelen fabricar sus prendas de acuerdo a estándares establecidos; por lo que excepciones como esta, convierten en un reto la búsqueda de ropa que se adecue a la figura no proporcionada de las pacientes. Suene como suene, está comprobado que ello tiene un impacto sobre la autoestima de las personas que sufren esta condición.
La apariencia equivocada
Puede que alguien aparente estar delgado pero nadie quiere parecer gordito; las mamas grandes pueden proyectar obesidad aun cuando el paciente se encuentre en su peso ideal.
En su caso es pura vanidad y aunque puede ser un mal congénito, no está de más decir que esas cervezas de fin de semana pueden tener algo que ver.
Si para hacerlas crecer, se necesitan implantes; para quitarles volumen es necesario quitar la grasa excedente sin afectar la lactancia en caso de que la paciente decida tener hijos en el futuro. Después se retira la piel sobrante, se reacomoda el pezón y la areola para dejar todo en su lugar. Además, Harold Dent asegura que, si se hizo un buen trabajo, no hay razón para que no tenga la apariencia natural. Después de un período de recuperación todo volverá a la normalidad y listo.