La cantopexia es uno de los procedimientos que, habitualmente, existen como complemento a la blefaroplastia, si bien también se puede llevar a cabo de manera independiente. Se realiza en el párpado inferior y le añade tensión. En general, aporta una forma más almendrada al ojo y evita la expresión de tristezaque proporciona una forma más redondeada. Así, podemos decir que ejerce cierta tensión en el ángulo del ojo y levanta su comisura externa. De este modo, los pacientes que tienen un párpado inferior demasiado laxo, consiguen un ángulo más tensado.
La posición caída del párpado inferior está relacionada con el paso del tiempo y con la edad, que, además de crear bolsas debajo de los ojos, destensa la “cuerda” que conforma el párpado inferior. Cuando esto sucede, nuestros ojos transmiten una apariencia más vieja y triste que se puede solucionar con esta intervención.
Para hacerlo, el cirujano escoge de la técnica más indicada para cada caso particular de entre todas las existentes. Por lo general, la cantopexia consiste en hacer una pequeña incisión en el párpado superior; después, se accede al tendón cantal, que es el encargado de sostener el párpado inferior. Entonces, se tensa y se fija a la membrana que recubre el reborde orbitario y, por último, se sutura la incisión.
En caso de que el párpado inferior tenga un excedente de piel, el Dr. Nieto cortará una pequeña parte de la que está más cercana a la comisura y reunirá los bordes para conseguir un mayor aumento de la tensión. Esta operación puede realizarse junto con una blefaroplastia, caso en que se aprovechará la misma incisión para llevar a cabo ambos procedimientos y conseguir, así, una mirada perfecta.
Se trata de una intervención ambulatoria, por lo que no requiere ningún tipo de internación en el centro. Sólo es necesaria la aplicación de anestesia local para llevarla a cabo, aunque puede utilizarse sedación complementaria si el paciente en cuestión lo requiere. Su duración aproximada es de una hora, pero puede variar en función de cada paciente y de si se realiza junto con una blefaroplastia.
En resumen, con la cantopexia conseguirá corregir el aspecto de su mirada, devolviéndole tonicidad a los párpados inferiores y estilizando los ojos demasiado redondos. También puede utilizarse para corregir asimetrías, como las producidas por una parálisis facial, y, asimismo, puede ser un buen complemento para una intervención de blefaroplastia, aprovechando para utilizar las mismas incisiones.
El paciente podrá notar los efectos positivos de la cantopexia al cabo de pocas semanas, y las cicatrices se disimularán perfectamente con los pliegues de la piel. De esta manera, habrá conseguido que su mirada se vea mucho más estilizada, joven e, incluso, feliz, con una simple intervención.
Para hacerlo, el cirujano escoge de la técnica más indicada para cada caso particular de entre todas las existentes. Por lo general, la cantopexia consiste en hacer una pequeña incisión en el párpado superior; después, se accede al tendón cantal, que es el encargado de sostener el párpado inferior. Entonces, se tensa y se fija a la membrana que recubre el reborde orbitario y, por último, se sutura la incisión.
En caso de que el párpado inferior tenga un excedente de piel, el Dr. Nieto cortará una pequeña parte de la que está más cercana a la comisura y reunirá los bordes para conseguir un mayor aumento de la tensión. Esta operación puede realizarse junto con una blefaroplastia, caso en que se aprovechará la misma incisión para llevar a cabo ambos procedimientos y conseguir, así, una mirada perfecta.
Otros detalles sobre la cantopexia
Se trata de una intervención ambulatoria, por lo que no requiere ningún tipo de internación en el centro. Sólo es necesaria la aplicación de anestesia local para llevarla a cabo, aunque puede utilizarse sedación complementaria si el paciente en cuestión lo requiere. Su duración aproximada es de una hora, pero puede variar en función de cada paciente y de si se realiza junto con una blefaroplastia.
En resumen, con la cantopexia conseguirá corregir el aspecto de su mirada, devolviéndole tonicidad a los párpados inferiores y estilizando los ojos demasiado redondos. También puede utilizarse para corregir asimetrías, como las producidas por una parálisis facial, y, asimismo, puede ser un buen complemento para una intervención de blefaroplastia, aprovechando para utilizar las mismas incisiones.
El paciente podrá notar los efectos positivos de la cantopexia al cabo de pocas semanas, y las cicatrices se disimularán perfectamente con los pliegues de la piel. De esta manera, habrá conseguido que su mirada se vea mucho más estilizada, joven e, incluso, feliz, con una simple intervención.
Fuente: blefaroplastia.es